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Contexto/ Creado el: 2020-05-25 01:42 - Última actualización: 2020-05-25 03:45

“Soy un milagro de Dios, porque los médicos no daban un peso por mi vida”

Las redes sociales y algunos medios de comunicación aseguraban que el padre Ernesto Diaz había fallecido a causa de Covid-19; su fe lo llevó a salir de esta dura situación. Diario del Huila dialogó con él y nos contó todo el proceso al lidiar con esta enfermedad.

Ernesto ahora lucha para volver a caminar.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | mayo 25 de 2020

Por Linda Vargas

El pasado 13 de marzo el Ministerio de Salud y Protección Social confirmó los primeros casos de Covid-19 en Neiva. Se trataba de dos mujeres adultas; la primera de 75 años, proveniente de Italia, quien trajo consigo el virus y contagió a su hermana, de 68 años. Por ende, las autoridades de salud activaron el primer cerco epidemiológico para detectar a las personas que tuvieron contacto con las infectadas con coronavirus.

Contagio

Al pasar los días, se conocían más casos de contagiados por haber tenido contacto con estas dos mujeres, entre los cuales, se encontraba el reconocido padre, Ernesto Diaz Cuenca. Él, relató a Diario del Huila como contrajo la enfermedad y todo el proceso de su recuperación, la cual no ha sido nada fácil.

“Yo laboro como docente en el Mega Colegio Rodrigo Lara Bonilla, allí fue donde supuestamente adquirí la enfermedad porque ahí trabaja una secretaria, hermana de la señora que vino de Italia, que después resultó positiva. Yo días antes había ido a la oficina de ella a pedir un favor, me imagino que fue ahí”, contó el padre Ernesto.

Indicó que 8 días después de visitar a la mujer de 68 años en su oficina, comenzó a sentir algunos síntomas del brote Covid-19.

“Nunca pensé que tuviera esa enfermedad, sin embargo, comencé a sentir mucho calor, dolor en el cuerpo, un dolor de cabeza intenso que no se me quitaba con nada y después, la tos”, sostuvo.

Él, luego de conocer a través de la información emitida por diferentes medios de comunicación sobre los síntomas de la enfermedad y las líneas telefónicas para atender las inquietudes de la ciudadanía referentes al Covid-19, decidió llamar y comentar su caso. 

“En eso me contacté con la doctora Constanza Sastoque y con una médica del hospital, ellas me preguntaban qué si tenía el pecho apretado, pero yo no tenia nada de eso, solo la fiebre, dolor de cabeza y la tos”.

En esa primera llamada, la Secretaría Departamental de Salud descartó su caso debido a que no presentaba todos los síntomas del SARS-CoV-2.

El padre Ernesto de la mano de Dios logró salir de esta enfermedad.

Internado en UCI

Días después una amiga del padre decidió trasladarlo a la clínica Emcosalud debido a que su estado de salud estaba empeorando. “Llegué allá y me quedé un mes bien largo”.

“Primero fui al Quirinal, donde me atendió una médica que ella enseguida me dijo no, no le corresponde acá, aunque hizo el procedimiento debido; me tomó la temperatura, la tensión, luego me dijo que tenía que ir a urgencias, sin embargo, realizó todo el protocolo. Enseguida me trajeron para la clínica, ahí la atención fue muy regular”.

Contó que fueron muy negligentes en la clínica, pues le tocó esperar por un buen tiempo, pese a que se sentía bastante mal.

“Ahí me atendió una señora que no me puso mucho cuidado, ni siquiera tenía una copia de lo que le había enviado la otra médica que me atendió. Me ingresó a un cuarto que está en urgencias, ahí estuve desde las 3:00 p.m. hasta las 6:00 p.m. No me dieron ni una pasta en todo ese lapso. En ese cuarto estuve como dos o tres días”, relató.

Transcurrió tres días cuando lo trasladaron a la UCI, porque su estado de salud se estaba complicando; ahí le tomaron los respectivos exámenes médicos y la prueba Covid-19. “A mi me dijeron a usted hay que intubarlo, porque no está respirando bien; a mi no me dio susto ni pensé que me fuera a morir, nada”.

La fe mueve montañas

Aseguró que logró batallar mientras estaba en la UCI porque nunca perdió la fe en Dios, quien le dio las fuerzas, seguridad y confianza para salir de tan grave enfermedad, que ha cobrado la vida, según el último reporte, de 727 personas en Colombia.

“Lo único cierto es que yo soy un milagro de Dios, porque los médicos de esa entidad no daban un peso por mi vida, hasta el último momento ellos decían que yo me moría, pero para Dios todo es posible y el buen Dios, como se dice: “dador de todo bien”, me quiso dar otra oportunidad de vida y por eso, ¡resucité!, y aquí estoy para contar mi historia”.



Luego de haberse recuperado de coronavirus, el padre fue dado de alta en el pasado mes de abril.

Las heroínas

A su vez, se quitó el “sombrero” por las enfermeras que son las que están batallando y se están exponiendo al virus. “Ellas son las que entran, nos visitan, en mi caso me decían qué se le ofrece. Cuando estuve en la UCI, allí hubo una enfermera que fue como una hermana. Todo el tiempo que estuve allí, me cuidó, me bañaba, se entregó de día y de noche, le debo mucho”. 

Añadió que, “ella es un sol, y para mí es una bendición de Dios, ojalá me busque, yo quiero hablar con ella, porque le debo por su cariño y entrega. Me decía: padre tiene que levantarse, yo quiero ir a una misa suya, usted cada día esta mejorando”.

Indignación

Frente a las especulaciones que rondaron por todas las redes sociales y algunos medios de comunicación donde afirmaban con total seguridad que el padre Ernesto había fallecido a causa del Covid-19, sostiene que son hechos que deben emitir con total responsabilidad. Sin embargo, hay algo que le generó indignación.

“Hay un video, y no se quién le dio permiso a ese periodista, que me tiene muy chocado, me estaba filmando, haciéndome preguntas cuando yo estaba en la UCI, y ese video llegó hasta los muchachos del colegio. Eso es una falta de respeto hacia el paciente, ¿cómo van a sacar unas cosas de esas, cuando eso es privado?, ¿cómo la clínica permitir que saquen a una persona que está delicada y no se puede levantar? No entiendo”.

Batalla para volver a caminar

Ernesto ahora no tiene Covid-19, pero se recupera en casa de su familia, donde batalla para volver a caminar debido a que su masa muscular quedó débil por estar varios días en UCI.

“Estoy en esa etapa de terapias, de ejercicios, de alimentarme bien para coger masa muscular y volver a caminar. La gente ha sido generosa conmigo, gente llena de mucha luz, me llaman todos los días, están pendientes, la familia está muy pendiente de mi”.

Buscar los caminos del Señor

Invitó a las personas a que atiendan las recomendaciones de las autoridades de salud para evitar el contagio, porque según él, no estamos exentos de contraer el virus; y busquen los caminos de Dios.

“Esto tiene que cambiarnos a todos, llenarnos de amor, de bonitos sentimientos, de perdón, de paz, de fe, porque este mundo anda muy alejado de Dios, y es como un llamado a buscar de Él”.