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Deportes/ Creado el: 2020-07-22 04:30

“Luego de 130 días de estar parados no hemos recibido ningún apoyo”

El no poder entrenar en campos deportivos y no tener clases presenciales ha sido toda una odisea para los deportes aficionados, en el caso del fútbol gran parte de las escuelas de la capital huilense están en alerta roja ya que han evidenciado deserción en sus equipos.

Clubes aficionados no saben su destino, pero se reinventan.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | julio 22 de 2020

Por: Isauro Quintero Barrera

El Club Teacher Berrío es uno de los equipos que por más de diecisiete años viene formando a los talentos regionales y nacionales desde la ciudad de Neiva, lo que está atravesando y enfrentando en medio de la actualidad global es el reflejo de lo que varias escuelas vienen tratando de salvar y no desaparecer en todo el territorio nacional.

Al inicio de la pandemia el Club Teacher Berrío contaba con 120 futbolistas en cinco categorías, ya han pasado más de 130 días y a la fecha el tema se ha reducido grandemente, a tal punto que del 100% de los jugadores activos, la deserción fue del 75% y la permanencia es del 25% ya que entrenan aproximadamente con treinta jugadores y como lo manifestó el entrenador William Ramírez, “el resto no aparece”.

“La pandemia ha sido un golpe durísimo”

Así lo explicó el mismo director técnico William Ramírez al preguntarle sobre los efectos de la situación actual, explicó que esto ha atacado la estabilidad del mismo club desde el punto de vista económico y otros aspectos, “tenemos obligaciones, un personal de ocho personas que laboran con nosotros, el cual durante los 17 años de funcionamiento del club nunca a un profesor se le ha dejado de pagar, a la fecha 130 días después y todavía se sigue sosteniendo, nos ha tocado disminuir pero seguimos en un esfuerzo sobre humano, con el apoyo de pocos padres de familia que todavía hacen sus aportes en cuanto a pensión, no deja de ser un golpe”.

En stand by quedaron los proyectos y planes para el segundo semestre aunque siguen luchando y reinventándose, buscando estrategias que les permita la resistencia, “sabemos que la única solución es volver a los entrenamientos presenciales, pero somos respetuosos de las directrices del gobierno, son temas que no vamos a pasar por encima, esperamos el momento para regresar y lo haremos con todas las normas de bioseguridad, nosotros ya estamos preparados para el regreso para recibir a jugadores y padres de familia tengan la seguridad que sus hijos estarán bien” explicó Ramírez.

Las clases con los futbolistas que continúan son tres veces por semana por la plataforma zoom, los entrenadores se turnan, en las clases a veces hay incentivos por la asistencia, buen entrenamientos, a veces suman baile a las sesiones, “el panorama no es bueno, aquí los entrenadores en la ciudad en un 80% han cambiado su actividad, aquí hay profesores vendiendo tapabocas, trabajando en empresas de domicilios, que están vinculados a otras empresas con otro tipo actividades, personas que venden lechona, tamales, postres, en fin uno no se alcanza a imaginar la situación, preocupa con referencia a la permanencia de los clubes, la Asociación Surcolombiana de Clubes que preside Erwin Díaz ha manifestado que entre más dure el aislamiento, las posibilidades de entrenar presencialmente habrán clubes que una vez autoricen tenderán a desaparecer porque no hay posibilidad de sostenibilidad, no van a llegar los jugadores que van a permitir que ese club se sostenga nuevamente, por lo que se está pensando es que los clubes van arrancar de cero como si fueran a iniciar nuevamente” explicó el director técnico.

Incertidumbre, nervios, expectativa, miedo son los sentimientos de varios de los entrenadores y las ayudas son pocas, “hay que reconocer que la liga de fútbol del Huila es la que le ha brindado algún apoyo a los clubes, no a los entrenadores, donde han entregado dos mercados en dos momentos distintos a cada club afiliado y algunos no afiliados, de ahí en adelante temas de mesas de análisis para el regreso para plasmar protocolos o que los Inder manifiesten su apoyo, por parte del gobierno municipal y departamental el gremio de entrenadores no ha recibido ningún apoyo directo, a través de la asociación de clubes se hizo la solicitud que nos permitieran estar en mesas de trabajo con miras al regreso del deporte aficionado, hay clubes que no tienen ni para un tapete, luego de 130 días de estar parados no hemos recibido ningún apoyo”.

Sobreviven con la tecnología y con creatividad. 4

 

Dentro de una clase virtual del Club Teacher Berrío

Creatividad, trabajo en equipo, esfuerzo, saber escuchar, entre otras habilidades son claves en una clase virtual de fútbol, así se evidenció en el acompañamiento a una de las sesiones del Club Teacher Berrío de Neiva.

La herramienta virtual que utilizan para cada sesión es zoom, los niños ingresan desde sus celulares, computadores y previamente se dan las instrucciones de los materiales a utilizar, varios de ellos buscan el mejor sitio o espacioso de su casa para el entrenamiento del día y no importa si es pequeño, lo que vale es la intensión, ánimo y el empeño en cada ejercicio.

La anfitriona de la sala es Tatiana Berrío presidenta del Club, luego de las indicaciones todos encienden cámara y acción, el profesor Jesualdo Ariza explicó el trabajo y luego de cada ejercicio se escucha, “Manito arriba si entendieron” y en las pantallas aparecen los niños indicando positivo.

Algunos son muy creativos, si no tienen conos, utilizaron guayos, balón, palo de escobas para el entrenamiento, todos con gran compromiso y con cronometro en mano Ariza lleva el tiempo y con su voz motivó a los futbolistas para la sesión, que duró cerca de hora y media.

“El tema ha sido ayudarle a los niños y jóvenes a que entiendan que esto está congelado, que hay que seguir entrenando, seguir trabajando, aprovechar el momento para mejorar las falencia técnicos, tácticos, físicos inclusive psicológicos, la afectación fue grande, pero hay que seguir” agregó el entrenador William.


En una de las sesiones virtuales del Club Teacher Berrío.