“El impacto inicial de la COVID-19 fue muy fuerte para nosotros”: Cándido Herrera
Cándido Herrera González, director regional (e) del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) en Huila, habló sobre la oferta académica que tiene la institución en estos momentos para miles de jóvenes en el departamento: 1215 cupos distribuidos en Campoalegre (120), Garzón (195), La Plata (140), Neiva (150) y Pitalito (610).

FAUSTO MANRIQUE
¿Es viable presentar una oferta educativa en medio de esta pandemia?
Nosotros, en los centros de formación, presentamos los protocolos de bioseguridad. Ya nos han ido aprobando en Bogotá con el Programa de Seguridad en el Trabajo y ya lo presentamos a las secretarias de salud de los municipios. En el caso nuestro, el lunes ya nos salió la aprobación del protocolo para La Angostura (Campoalegre), pero nos hace falta completar algunos elementos. Ya nos llegaron desinfectantes, jabón líquido, tenemos lavamanos portátiles, dispensadores, pero nos hacen falta otras cosas. Si no alcanzamos a recibirlas en la segunda quincena de agosto yo creo que en la primera de septiembre empezaremos una alternancia con un tope máximo del 20 %. Esto para que todo lo que es esencialmente práctico, como laboratorios y talleres lo hagamos en La Angostura y lo demás los muchachos se lo llevan en memorias, CD o en computadores para que lo desarrollen desde la casa. Esta es una nueva forma de trabajar.
¿Los cursos que ofrecen están ajustados a la realidad que se está viviendo con la COVID-19?
Escogimos unos programas que tienen un buen componente inicial de teoría, contextualización, procedimientos, talleres y la parte práctica la haríamos, si es viable, a partir de octubre o si no nos tocaría certificar el resto de año con componente teórico. Entonces hicimos una oferta educativa bien interesante para el año que viene.
¿Específicamente cuál es la oferta educativa?
El SENA como institución del Estado debe ir avanzando en la transición de la reactivación productiva económica y social. Entonces tenemos una convocatoria que se abrió ayer e irá hasta el 9 de agosto en donde estamos presentando a nivel del país 27.000 y en el Huila 1215 cupos de los cuales 120 son para la sede de Campoalegre, 195 para la de Garzón, La Plata tiene 140 cupos, Neiva 150 y Pitalito 610 cupos que iniciarían formación el 1 de septiembre.
Estos programas están enfocados especialmente a dar respuesta a temas relacionados con economía naranja, programas de análisis y desarrollo de sistemas de información, producción de audio digital, turismo. Hay otros relacionados con la cuarta revolución industrial como: gestión de redes de datos y sistemas de telecomunicaciones. En el área ambiental también hay programas de gestión de recursos naturales y en los componentes de comercialización tenemos tecnología en gestión de mercado en donde habrá un gran énfasis en la parte de mercadeo digital y comercio electrónico.
Es necesario que el aprendiz se inscriba en la página www.senasofiaplus.edu.com. Ahí hay un tutorial muy sencillo, muy amigable que le va explicando paso a paso al joven cómo debe inscribirse. Otra cosa que queremos comentar es que el SENA, para esta formación y para estas nuevas cohortes, ha adquirido una aplicación de SENA virtual que está al servicio de los aprendices y los instructores con las actividades, los anuncios, las notificaciones a las cuales pueden acceder desde su teléfono móvil. Esto para garantizar que el joven digamos tenga los menos obstáculos posibles para que esté atento y desarrolle su proceso formativo. Lo importante ahora es motivar a que las personas ingresen, busquen la oferta educativa y puedan inscribirse.
¿Qué plazos tienen los estudiantes para el proceso de inscripción?
En este momento se pueden registrar, entre el 12 y el 14 de agosto sigue ya la primera parte de la inscripción y a partir del 1 de septiembre vamos a tener ya inicio de esa formación que, como le dije, va a tener un enfoque altamente teórico y conceptual aplicando y utilizando plataformas virtuales con las que el SENA dispone, mientras logramos la viabilidad del regreso, del retorno a la formación gradual y ahí estaremos enfocando las otras competencias que tienen alto componente de práctica, de toma de decisiones, de talleres, de laboratorios, que los tenemos listos y estamos preparados para darles la bienvenida a estos aprendices y avanzar en el logro de las competencias.
La COVID-19 ha afectado el proceso de capacitación de los estudiantes del SENA. En algunas zonas la permanencia tiene niveles del 90 % pero en otros ha bajado al 40 %.
¿Qué tan fuerte ha sido la afectación por la pandemia para el SENA y para los estudiantes?
Bueno, reconociendo que esta es una emergencia mundial que está afectando nuestro país, el impacto inicial es muy fuerte, muy fuerte porque es como sumar en un solo momento el cambio que es permanente y que se da a una velocidad muy grande, la crisis social y ambiental que se viene dando, esta crisis que genera la epidemia sanitaria y la incertidumbre, que es la que a mí me parece más compleja en este momento. Ninguno de nosotros pensaba que esto se fuera a extender por cinco meses y yo creo que ni las grandes potencias ni los países más desarrollados previeron esta situación.
Ya a partir de eso, que es una realidad, lo primero que hicimos fue tener una mentalidad abierta, una mentalidad de apertura y de adaptación. Aquí lo más importante es la capacidad de adaptación que debemos tener todos. A nosotros nos correspondió decirles a los muchachos que se fueran para la casa. El SENA tiene una fortaleza y es que viene ofertando algunos programas y algunas formaciones utilizando plataformas virtuales como Blackboard, LMS y Territorium. Entonces ya hay una buena cantidad de instructores que las manejaban y aprendices que ya se están familiarizados. Muchos de los instructores manejan los contenidos, los materiales de apoyo, las consultas a través de esas plataformas de tal manera que ya había un contacto, ya había una experiencia y acá lo que nos tocó fue reforzar ese enfoque y esa metodología de trabajo remoto.
También capacitamos rápidamente a los instructores precisamente con esos instructores líderes que ya tenían esa familiaridad y ese manejo, entonces se hicieron capacitaciones. Aún estamos haciendo capacitaciones permanentes a los instructores para que mejoren su metodología al acompañar a los aprendices. Pero viene un asunto que no podemos desconocer y es que, dependiendo de la ciudad, dependiendo de la región hay mayor o menor grado de permanencia de los estudiantes. Por ejemplo, si usted habla de algunas grandes ciudades la permanencia de formación está por encima del 90 % mientras que, si son zonas rurales en programas o en centros que tienen un enfoque y un impacto altamente al sector rural, en ese momento ese rezago temporal de nuestros aprendices puede estar en algunos casos hasta en 40 % o 45 % entonces ahí hay un impacto grande.
¿Qué han hecho para que los estudiantes permanezcan en la institución a pesar de la crisis que se está viviendo?
Hemos buscado todos los mecanismos para mantener conectados y motivados a nuestros aprendices. ¿Cómo lo hacemos? El instructor, con la orientación de nuestros coordinadores académicos, de nuestros formadores de formadores y nuestros coordinadores misionales y el equipo de Bienestar al Aprendiz contactó a los estudiantes para saber en qué condiciones estaban y qué posibilidades tenían de seguir con su formación. Eso nos permite permanentemente tener un diagnóstico, un estado de quiénes están asistiendo, quiénes han tenido medianamente problemas, quiénes definitivamente no han podido conectarse y quiénes tienen dificultades hasta de señal telefónica.
¿Para qué hacemos esto? Para desarrollar planes de nivelación. Realizamos contactos de acompañamiento, identificamos su situación, apoyamos a los aprendices con algunas ayudas socioeconómicas. En el Huila hemos beneficiado a un número cercano a los 700 aprendices a los que le hemos entregado tres mensualidades de bono alimenticio de $100.000 cada uno para que tengan un sustento alimenticio y no tengan que desertar de la formación por problemas precisamente económicos. En los centros de formación en donde tenemos posibilidad, hemos elaborado productos en los laboratorios y talleres de procesamiento de alimentos, hemos armado canastas de alimentos con chocolate, pan, queso, huevos y esas entregas las hemos hecho semanal o quincenalmente dependiendo de las necesidades de los aprendices y de sus familias.
También tenemos apoyo de sostenimiento que en algunos casos llega hasta el 50 % del salario mínimo actual, para que el aprendiz siga en su proceso formativo. A nivel nacional se manejaron 250.000 paquetes de datos, de los cuales el Huila tuvo un alto apoyo con más de 3500 para que los jóvenes pudieran tener acceso a las plataformas virtuales del SENA, tener acceso a esa información con esos datos y poder continuar con su proceso formativo. En algunos plazos muy especiales hemos facilitado computadores, los instructores acompañan el proceso y obviamente con mucha responsabilidad le facilitamos los equipos.
Usted ha sido, desde hace ya varios años, subdirector del Centro de Formación Agroindustrial La Angostura (Campoalegre), ¿cómo han trabajado con el sector ganadero y los gremios locales para capacitar en disciplinas pecuarias?
La transformación, la capacitación y el desarrollo de proyectos de desarrollo tecnológico se hacen muy de la mano con el sector productivo. Nosotros permanentemente estamos interactuando con el Comité de Ganaderos del Huila, la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), Tecnig@n, las asociaciones municipales de ganaderos y sus representantes, Luceni Muñoz, Gustavo Trujillo y Rodrigo Suárez. Con ellos vamos trabajando procesos. ¿Qué nos han pedido? Trabajar lo relacionado con el manejo animal, nutrición y el mejoramiento genético que nos permitan tener unos cruces de razas que tengan buena capacidad de resistencia.

Ya a partir de ahí se desarrollan procesos de buenas prácticas ganaderas (BPG) en el componente de manejo animal, bienestar al animal, higiene, inocuidad, seguridad y salud de las personas que participan en el proceso productivo y obviamente sostenibilidad ambiental. Estamos trabajando especialmente en establecimiento de praderas, hay un enfoque de manejo de agroforestería o sistemas silvopastoriles. Estos últimos sistemas son la combinación de gramíneas con arbóreas, especialmente leguminosas para mejorar la capacidad de carga y las condiciones de bienestar al animal. También trabajamos temas de siembra, cosechas y conservación de forraje para la nutrición animal y otros procesos de uso de subproductos de la agricultura para aplicar o para la alimentación animal.
En los temas de reproducción, generalmente se trabaja la inseminación artificial, inseminación a término fijo y en el Huila se ha venido trabajando de manera seria, organizada la transferencia de embriones. Nosotros como SENA coadyuvamos especialmente a calificar y a capacitar el talento humano que se involucra en esos procesos ya de alto componente tecnológico. En la cadena de valor nuestro trabajo también es muy importante, especialmente en La Angostura porque contamos con un complejo agroindustrial, tenemos un laboratorio de calidad de alimentos, taller de lácteos y un laboratorio de microbiología de agua y alimentos para garantizar calidad, estandarización, higiene, inocuidad de los subproductos derivados de la leche.
Su llegada al SENA se dio luego de ser alcalde de La Plata, ¿cómo fue ese proceso?
Yo entré al SENA el 9 de octubre del 2000 o sea que este nueve de octubre voy a cumplir diecinueve años. Yo llegué luego de terminar el periodo como alcalde de La Plata. Estuve asesorando un convenio especial, entré como un capacitador de Consejos Municipales de Planeación, participé en un proceso de meritocracia para ser subdirector. Quedé muy bien posicionado con una excelente puntuación, gracias a Dios, y ahí me nombraron subdirector de La Angostura el 11 de enero de 2006.