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Contexto/ Creado el: 2019-12-07 03:09 - Última actualización: 2019-12-07 03:10

¿De dónde nace el Día de las Velitas?

La Inmaculada Concepción hace referencia a la manera especial en que fue concebida María y se celebra   desde 1854. La mágica noche, para la iglesia Católica,  enciende el camino por donde se espera pasará la Virgen.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | diciembre 07 de 2019

Diario del Huila, Regional

Millones de velitas iluminan año tras año la noche del 7 de diciembre y  madrugada del 8, en honor a María, sin pecado concebida.  La Inmaculada Concepción, tradición que se conoce popularmente como “La noche de velitas”,  hace referencia a la manera especial en que fue concebida la madre de Jesús de Nazaret. Si bien, no fue virginal, ya que ella tuvo un padre y una madre humanos, sí fue especial y única de otra manera,  “fue totalmente preservada de la mancha del pecado original y permaneció pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida".

El origen de esta práctica se remonta a la bula Ineffabilis Deus que fue emitida en 1854 por el Papa Pío IX  y donde se afirma que la Virgen María fue concebida sin pecado original. Y se dice que en ese día los católicos de todo el mundo encendieron velas y antorchas para celebrar este acontecimiento. El Sumo Pontífice, después de recibir numerosos pedidos de obispos y fieles de todo el mundo, ante más de 200 cardenales, obispos, embajadores y miles de fieles católicos, así lo declaró.

Para entonces, en Roma se envió una gran cantidad de palomas mensajeras en todas las direcciones llevando la gran noticia. Y en los 400 mil templos católicos del mundo se celebraron grandes fiestas en honor de la Inmaculada.  Poco más de tres años después, en una de sus apariciones en Lourdes, la Virgen María se presentó ante la humilde pastorcita Santa Bernardita Soubirous con estas palabras: “Yo soy la Inmaculada Concepción”.

Por eso cada año  las familias se juntan y encienden velas afuera de sus casas o las cuelgan para trazar el camino por donde pasará la Virgen. Se prepara una comida especial y en algunos lugares se reza el Rosario y se hacen novenas.

De acuerdo con información oficial de la Iglesia Católica,   teólogos  explican  que la noche de las Velitas significa la iluminación que hizo Dios en la Virgen y la aceptación de ella de ese proceso divino.

“Para ser la Madre del Salvador, María fue ‘dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante’. El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como ‘llena de gracia’. En efecto, para poder dar el asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese totalmente conducida por la gracia de Dios”, indica el Catecismo de la Iglesia Católica.

“A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María ‘llena de gracia’ por Dios   había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX”.

Según la Iglesia, María permaneció "inmune de toda mancha de pecado".  Eso fruto  de la redención que se aplicó en el momento de su concepción pues  ella no solo fue protegida del pecado original, sino también del pecado personal.

Para los católicos,   no era necesario de que fuera inmaculada para que pudiera ser Madre de Jesús. La Iglesia sólo habla de la Inmaculada Concepción como algo que era "apropiado", algo que hizo de María una "morada apropiada" (es decir, una vivienda adecuada) para el Hijo de Dios, no algo que era obligatorio.

Domingo de Adviento

Este domingo 8 además coincide con la celebración del Segundo Domingo de Adviento,  período de preparación para celebrar la Navidad. Según las Normas Universales sobre el Año Litúrgico y el Calendario (NUALC), el Triduo Pascual de la Pasión y Resurrección de Jesús de Nazaret figura en   primer lugar y, por lo tanto, prevalece sobre cualquier otra celebración.

En este caso concreto, los domingos de Adviento se encuentran en el número 2, mientras que las solemnidades de la Santísima Virgen María, inscritas en el Calendario General, se encuentran en el tercero.

Por lo tanto, al coincidir el Segundo Domingo de Adviento con la Solemnidad de la Inmaculada, ésta debe trasladarse al día libre más cercano, por ejemplo, al lunes 9 de diciembre. La presente normativa es válida para toda la Iglesia Católica. No obstante, se da el caso en algunos lugares de indultos concedidos por la Congregación para el Culto Divino.