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Economía/ Creado el: 2020-02-25 01:50

¡Apoye el agro, consuma más panela!

Colombiano que se respete, ha consumido al menos una vez en su vida, panela. Estas son algunas de las palabras de Joselito Joaquín Riquelme, productor, vendedor e integrante de la Federación Nacional de Paneleros del departamento del Huila.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | febrero 25 de 2020

Por Liz Farfán
Joselito, quien lleva realizando su labor hace aproximadamente 40 años, asegura que es más el arduo trabajo que realiza, que las ganancias adquiridas por su fuerte labor. Sobrevive y es gracias a la panela, por eso, cada vez que se realizan actividades en pro al consumo de este valioso producto, él no deja de estar presente, aunque no sean del todo de su agrado.

Habla por él y por los demás agricultores, enfatizando que son “ariscos” a este tipo de eventualidades, pero que con todo y eso, asisten con el fin de buscar la manera de capacitarse y de exponer al mercado local la importancia de este producto.

El Panelatón

Este fue el evento al que asistieron agricultores, comerciantes y demás representantes de los municipios productores de panela, incluyendo a Joselito; quien desde muy temprano, madrugó para estar a las afueras de la Gobernación del Huila, epicentro de grandes eventos donde yace el particular lema “Huila Crece”.

A ritmo de vallenato a cargo de la agrupación del Ejercito Nacional, inicia uno de los actos protocolarios que armonizarán el resto del día. Joselito desde su espacio, va atendiendo a los curiosos y también a las personas que con su apoyo, le aportan al crecimiento de su negocio. En la mesa que se encuentra a su total disposición, ha distribuido desde un cuarto de panela que cuesta $800 hasta un kilo que puede llegar a costar $4.000 y de esta manera, exhibe el resto de sus productos en diferentes presentaciones: en bloque, en pastilla y hasta pulverizada. Esta última, cada vez más utilizada por las propiedades que contiene y sobretodo, por ser el principal sustituyente del azúcar. Razón que vale la pena resaltar, ya que hasta el mismo Ministerio de Educación optó por reemplazar el azúcar por panela como producto principal para endulzar los alimentos que le otorgan a los niños a través del Plan de Alimentación Escolar PAE.

Relata que su mayor propósito junto a su representante legal siempre fue llegar a obtener la certificación legal por el Invima y ahora que la tienen, intentan salir del mercado local –San Agustín y Pitalito- para llegar al nacional y por qué no, al internacional. Por otra parte, asegura que para lograr este gran reto, necesita la ayuda de la nación entera para conquistar el mercado universal.

Actualmente, tienen el potencial para producir entre 400 y 600 bultos quincenales de un producto que está altamente certificado, con una calidad impecable, libre de conservantes artificiales y químicos; en definitiva, un producto que como asegura Joselito, debe valorarse más, mucho más por todo el trabajo que conlleva su elaboración y además, por su increíble riqueza natural, puesto que los únicos elementos que utilizan como adición para su preparación, son la corteza de balso y la manteca de cacao.

Dichoso comenta que ya cuenta con su primer gran pedido, un encargo de aproximadamente dos toneladas de panela y como consecuencia de ello, el transcurrir de esta semana que será decisivo para su producción, pues dependiendo de este resultado, le seguirá apostando a más grandes producciones.

El llamado

Clemente y sin el ánimo de reprochar, Joselito le hace un llamado a toda la comunidad en general, pero sobre todo al Gobierno Nacional y al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural para que tomen las medidas necesarias y contribuyan con un óptimo financiamiento, porque como reitera este productor que madruga todos los días a la 1 A.M. para darle inicio a su ardua labor, existen aún muchas deficiencias por parte de los entes gubernamentales para este sector, pues asegura que son ellos, los mismos agricultores los que abastecen la canasta familiar de la mayoría de los colombianos y por esta precisa razón, la retribución que deberían tener, tendría que ser muchísimo mayor.

Por eso, busca la manera de seguir apostándole al agro, porque le preocupa como campesino que es, la rentabilidad que este genera. Pues afirma que los jóvenes, los que se suponen deberían ser el futuro, hoy en día no quieren saber nada del campo, antes, buscan la manera de migrar a las ciudades en busca de otras oportunidades; por ende, cree que se está perdiendo la posibilidad de que sean los mismos jóvenes quienes adquieran esta tradición por falta de los recursos necesarios que hacen falta para sustentar la tierra. Así que el llamado que hace, es para que las entidades pertinentes, inviertan en la tierra para que de esta manera, los campesinos puedan trabajar a gusto con los insumos que esta producción requiere y al mismo tiempo, puedan obtener una política agraria donde los incentivos sean  suficientes para la cosecha de la caña de azúcar. 

Agrega a medida que avanza el evento, que los campesinos han sido muy conformes con las bondades del campo y debido a esto, es que tal vez las instituciones se han tomado esta labor de una manera muy pausada y no le han prestado la atención suficiente. Añade también, que fue esta vez, Agrocosur quien promovió los recursos necesarios para el desplazamiento desde San Agustín hasta la capital del departamento, donde tuvieron la oportunidad de dar a conocer su producto, el mismo con el que abastece su hogar y genera entre siete y diez empleos a diferentes familias de su comunidad.

Finaliza reiterando, a su juicio, que en los hogares colombianos, la panela es el alimento infaltable dentro de la canasta familiar, ya sea para preparar la bebida que por excelencia alimenta a un sin número de familias sin importar la hora; por ejemplo, al desayuno, en la cena, para tardear con algún acompañante o para endulzar los amargos sabores que destilan ciertos remedios caseros. Sin duda, la panela junto al café, puede ser considerada patrimonio cultural. Más aun, tratándose de su producción, donde insiste Joselito, que quizá, muchas veces han subestimado la labor de quienes la producen.